Chilpancingo, Guerrero a 10 de junio del 2025.- En el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Libertad de Expresión, la diputada local de Morena, Araceli Ocampo Manzanares, subió a tribuna para pronunciar un emotivo discurso que reivindicó la importancia de este derecho fundamental en la construcción de una democracia sólida y participativa. Con profundo respeto y convicción, la legisladora recordó a quienes, a lo largo de la historia, han alzado la voz en defensa de la verdad, incluso a costa de su propia vida.


Ocampo Manzanares destacó que esta fecha no debe ser vista como un simple registro en el calendario cívico, sino como una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos históricos y actuales que enfrenta la libertad de expresión en el país. Subrayó que, aunque este derecho está consagrado en la Constitución, su ejercicio ha sido vulnerado sistemáticamente durante décadas por gobiernos autoritarios, particularmente en los regímenes del PRI y del PAN.
En su intervención, la diputada hizo un llamado a la memoria histórica, recordando los episodios más oscuros de represión contra periodistas y comunicadores. Desde los trágicos eventos del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco hasta los casos más recientes de violencia contra quienes ejercen el periodismo crítico, Ocampo Manzanares denunció cómo el aparato estatal fue utilizado para silenciar voces incómodas al poder.
Con énfasis, mencionó nombres emblemáticos como Manuel Buendía, Lydia Cacho, Carmen Aristegui, Regina Martínez y Miroslava Breach, entre otros. La diputada rindió homenaje a su valentía y compromiso con la verdad, recordando que muchos de ellos enfrentaron persecución, exilio o incluso perdieron la vida por cumplir con su deber informativo. Asimismo, destacó el caso de Ana Lilia Pérez Mendoza, quien destapó actos de corrupción en PEMEX durante el sexenio de Vicente Fox y sufrió amenazas y hostigamiento que la obligaron prácticamente al exilio.
“¿Dónde quedó entonces la libertad de expresión? ¿Dónde quedó el Estado de derecho que debía protegerla?”, cuestionó con firmeza la legisladora, enfatizando que estos casos nos obligan a no olvidar y a exigir justicia para las víctimas. En su mensaje, Araceli Ocampo también reconoció los avances logrados en los últimos años bajo el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador y la continuidad representada por Claudia Sheinbaum. Destacó que durante esta nueva etapa en la vida pública del país no se han registrado casos de censura ordenada desde el poder ni periodistas perseguidos por sus opiniones. Asimismo, celebró que las manifestaciones críticas hacia el gobierno actual se lleven a cabo sin temor a represalias ni agresiones.
No obstante, hizo un llamado a no confundir libertad de expresión con libertinaje. Señaló que si bien la crítica es un componente esencial de la democracia, el insulto, la mentira deliberada y la difamación constituyen abusos del derecho y deben ser nombrados como tales. “La libertad de expresión conlleva responsabilidad”, afirmó, subrayando que este principio debe ser asumido con seriedad por todos los sectores de la sociedad.
En su discurso, la diputada resaltó que la libertad de expresión es el alma de la democracia y el oxígeno que permite construir una ciudadanía informada y participativa. “Sin ella no hay debate público, no hay rendición de cuentas ni conciencia crítica”, aseveró. Asimismo, reiteró que gracias a este derecho fundamental, los poderosos ya no pueden actuar bajo el manto del silencio y la impunidad.
Finalmente, Araceli Ocampo concluyó su intervención con un llamado a honrar a quienes han dado su vida por defender este derecho y a garantizar que nunca más el silencio sea impuesto por el miedo o por la fuerza del Estado. “¡Que viva la libertad de expresión! ¡Que vivan quienes han dado la vida por ella!”, expresó con determinación.
El compromiso de la diputada con este tema refleja su convicción en seguir trabajando desde el ámbito legislativo para fortalecer las garantías democráticas y proteger los derechos fundamentales de todas y todos los ciudadanos guerrerenses.